Brasil perdió el 33 por ciento de sus áreas naturales desde 1985 debido a la acción humana, incluida vegetación nativa, cuerpos de agua y zonas naturales sin vegetación como playas o dunas, según un estudio divulgado hoy miércoles de la red MapBiomas Brasil.

El mapeo de la red de organizaciones dedicada a generar mapas sobre uso del suelo abarca hasta 2023 y revela que en 39 años se suprimieron 110 millones de hectáreas de vegetación nativa, lo que representa el 13 por ciento del territorio nacional, a lo que se suman 20 por ciento de áreas alteradas.

La Amazonia sufrió la mayor reducción con 55 millones de hectáreas de vegetación nativa perdida, seguida por el Cerrado (sabana arbolada) que perdió 38 millones de hectáreas, mientras que la Caatinga y el Pampa también experimentaron reducciones significativas con 8,6 y 3,3 millones de hectáreas perdidas, respectivamente.

En el caso de Pantanal, el humedal más grande del mundo, la situación es más grave en términos de cuerpos de agua, ya que la superficie de agua del bioma se redujo dramáticamente del 21 por ciento en 1985 al 4 por ciento en 2023, un cambio que afecta de manera profunda la dinámica ecológica de la región.  

«La pérdida de vegetación autóctona en los biomas brasileños tiende a tener un impacto negativo en la dinámica climática regional y reduce el efecto protector durante los fenómenos meteorológicos extremos. En resumen, representa un aumento de los riesgos climáticos», resaltó el coordinador general de MapBiomas, Tasso Azevedo.

El estudio destaca que entre 2008 y 2023, el 37 por ciento de los municipios brasileños registró un aumento en la vegetación nativa, mientras que en el 45 por ciento la cobertura natural disminuyó.

Las zonas naturales sufrieron el mayor impacto en las propiedades privadas, donde la pérdida fue del 28 por ciento en 39 años.  

Del total de 281 millones de hectáreas convertidas por la acción humana hasta 2023, el 60 por ciento se encuentra en propiedades privadas.  

Hubo a su vez una expansión del 228 por ciento en las zonas que se convirtieron en agrícolas y del 79 por ciento en las que pasaron a ser pastizales después de 1985.

Por primera vez, MapBiomas analizó la pérdida de cobertura vegetal en bosques públicos no designados, es decir, aquellos en los que el Gobierno no definió el uso del suelo, como Unidades de Conservación, Tierras Indígenas y concesiones forestales, que representan el 13 por ciento de la Amazonia Legal.

En la actualidad, estos bosques aún mantienen el 92 por ciento de su área cubierta por vegetación nativa en el país sudamericano.

Las Tierras Indígenas, que corresponden al 13 por ciento de todo el territorio brasileño, son las áreas más preservadas del país, donde la pérdida de vegetación nativa fue equivalente a menos del 1 por ciento en 39 años.

Un análisis adicional del estudio revela que las tierras más planas en zonas rurales han sido más afectadas, con una pérdida del 20 por ciento en su cobertura nativa.

En contraste, en zonas urbanas, las áreas de mayor pendiente han experimentado una disminución promedio del 3,3 por ciento anual en su vegetación nativa, lo que resalta cómo el relieve influye en la dinámica de uso de la tierra en Brasil.

El proyecto MapBiomas es una iniciativa del Observatorio del Clima, creada y desarrollada de manera conjunta por una red institucional múltiple en la que participan universidades, organizaciones no gubernamentales y empresas tecnológicas con el objetivo de mapear de forma anual el uso del suelo y monitorear los cambios en el territorio.

Fuente: Xinhua