Bolivia vivía horas de alta tensión con el enfrentamiento entre el presidente Luis Arce con el exmandatario Evo Morales, según informaron medios internacionales. Arce convocó a dialogar a Morales y dejó en claro que no le dará «el gusto de una guerra civil», en medio de la movilización que aquel impulsó.

Mientras que la marcha se aproximaba a La Paz, Arce reflexionó: «Han hablado de guerra civil y de derramamiento de sangre en las calles, esto excede nuestras normas de convivencia pacífica y hasta encubre una posición política de sedición que ningún gobierno toleraría». «Nuestro Gobierno hasta hoy ha respondido a estas provocaciones con el llamado al diálogo», resaltó Arce.

El mandatario se expresó en compañía del vicepresidente, David Choquehuanca, en un video que se difundió en el canal estatal y en sus redes sociales.

La Defensoría del Pueblo envió recientemente una convocatoria al Gobierno de Arce y al expresidente Morales para que ambas partes se sienten a dialogar antes de que la movilización llegue a La Paz.

Aunque Arce se mostró abierto a esa posibilidad, Morales permanecía en silencio, después de que el jueves último anunciara su decisión de abandonar las filas que avanzaban hacia La Paz.

En la ciudad de El Alto ocurrieron actos de violencia entre los seguidores de Morales y quienes apoyan a Arce, de acuerdo con una publicación del sitio Newsweek Argentina.

«La persistencia de tus posiciones y tu negativa a dialogar nos hacen ver que solo te motiva una obsesión política electoral y una ambición personal de poder que se reviste de una inexistente preocupación por los problemas del pueblo», le expresó Arce a Morales.